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Dermatología Clínica

Los efectos del sol en nuestra piel ¿Sabes cuáles son?

Dra. Elena Vargas, médico colegiada especialista en dermatología quirúrgica, estética y venereología
Dra. Elena Vargas
23/5/2024
Los efectos del sol en la piel

El Sol, nuestra principal fuente de luz y calor, es vital para la vida en la Tierra. Sin embargo, la relación entre la exposición solar y nuestra salud es compleja y doblemente significativa.

Por un lado, una moderada exposición diaria al sol es esencial, ya que juega un papel crucial en la síntesis de vitamina D, mejora nuestro estado de ánimo y tiene varios beneficios para nuestra salud general.

Sin embargo, una exposición excesiva al sol puede tener efectos perjudiciales significativos en la salud de la piel si no se toman las medidas adecuadas.

A medida que nos exponemos a los rayos solares, nuestra piel experimenta cambios significativos, algunos visibles a simple vista y otros más sutiles.

Como dermatóloga en este artículo te explicaré cuáles son los efectos del sol en nuestra piel, que daños puede causar si no se toman las medidas adecuadas de protección, así como las enfermedades relacionadas con la exposición solar.

¿Cómo afecta el sol a nuestra piel?

La radiación solar es una compleja mezcla de diferentes tipos de radiación ultravioleta (UV). La radiación ultravioleta A (UVA) y la radiación ultravioleta B (UVB) son las responsables fundamentalmente del daño en la piel.

Mientras que los rayos UVA son principalmente responsables del envejecimiento prematuro de la piel, los rayos UVB  tienen un mayor potencial para dañar el ADN directamente.

Impacto en el ADN

Los rayos ultravioleta (UV) son capaces de dañar el ADN de las células de la piel. Esta alteración del ADN puede provocar mutaciones que van acumulándose con el tiempo y acaban provocando enfermedades cutáneas como el cáncer de piel. Además, la radiación UV es responsable del envejecimiento prematuro de la piel mediante la generación de radicales libres, un proceso conocido como fotoenvejecimiento. Este daño se acumula a lo largo de los años y se suma al envejecimiento cronológico.

Destrucción de colágeno y elastina

El colágeno y la elastina son proteínas fundamentales que mantienen la piel firme, flexible y resistente. Sin embargo, la radiación solar puede destruir estas proteínas esenciales, lo que resulta en una pérdida de firmeza, de elasticidad y movilidad de la piel.

Se observa una degradación y compactación del colágeno y de la elastina en la dermis, lo que clínicamente se traduce en una piel con pérdida de elasticidad y luminosidad, con la aparición de arrugas profundas y de poros dilatados. Además, aparecen léntigos o manchas solares y telangiectasias o arañas vasculares en la piel más fotoexpuesta como es la cara, el escote o el dorso de las manos.

Daños a corto plazo de la exposición solar

La exposición prolongada al sol, incluso durante un corto período de tiempo, puede tener efectos inmediatos y visibles en la piel. Estos efectos no solo son una señal de advertencia del daño que está ocurriendo en las capas más profundas de la piel, sino que también pueden llevar a complicaciones más serias si no se manejan adecuadamente.

  • Quemaduras solares: Uno de los efectos más comunes y conocidos de la exposición solar excesiva son las quemaduras solares. Cuando la piel se expone sin la protección adecuada, la radiación UVB puede causar daño directo y significativo a las células de la piel. Esto se manifiesta como enrojecimiento, hinchazón y dolor, a menudo acompañado de una sensación de quemazón. En casos severos, pueden aparecer ampollas, lo que indica una quemadura solar de segundo grado.
  • Deshidratación: La exposición al sol también afecta la barrera de hidratación de la piel, lo que puede llevar a una pérdida excesiva de agua. Esto se manifiesta en una piel seca, tirante y, a menudo, con descamación, lo cual puede debilitar aún más la barrera protectora de la piel contra infecciones y otros agentes ambientales.
  • Reacciones fototóxicas y fotoalérgicas: Las reacciones fototóxicas y fotoalérgicas son dos tipos de sensibilidad a la luz provocadas por la exposición solar. La fototoxicidad se produce cuando un agente fototóxico, como ciertos medicamentos (tetraciclinas, diuréticos…) o sustancias aplicadas en la piel, reacciona bajo la luz solar, causando una quemadura solar severa. Por otro lado, la fotoalergia es una reacción inmunológica donde la exposición a la radiación ultravioleta altera la antigenicidad de una sustancia, desencadenando lesiones en las áreas expuestas, que típicamente se desarrollan de 24 a 48 horas después de la exposición. Protectores solares, antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y fragancias son agentes comunes que pueden inducir estas reacciones fotoalérgicas.
efectos dañinos del sol en la piel

Efectos a largo plazo del sol en la piel

La exposición prolongada y repetida al sol puede llevar a una serie de cambios crónicos y acumulativos en la piel, los cuales no solo afectan su apariencia estética, sino también su función y salud general. Estos efectos a largo plazo pueden ser graves y requieren atención y prevención adecuadas para mantener la salud de la piel.

  • Envejecimiento prematuro (Fotoenvejecimiento): La exposición al sol es una de las principales causas del envejecimiento prematuro de la piel. Los rayos UV aceleran la degradación del colágeno y la elastina, dos componentes esenciales para la estructura y elasticidad de la piel. Esto se traduce en arrugas, flacidez y textura áspera.
  • Hiperpigmentación: La melanina es el pigmento que da color a nuestra piel y nos protege de los daños del sol. La exposición repetida a la radiación UV puede estimular una producción excesiva de melanina, resultando en manchas oscuras y desigualdades en el tono de la piel, conocidas como lentigos solares o manchas de edad.
  • Daño Actínico: La queratosis actínica es una forma de daño solar que aparece como parches ásperos y escamosos en la piel, principalmente en áreas expuestas al sol. Estas lesiones pueden ser precursores de cáncer de piel, en particular, del carcinoma espinocelular.
  • Inmunosupresión: La radiación UV puede alterar la función inmune de la piel, reduciendo su capacidad para protegerse contra infecciones y cánceres. Este efecto de inmunosupresión facilita la progresión y aparición de tumores cutáneos.

Enfermedades relacionadas con la exposición solar prolongada

La exposición a los rayos ultravioleta (UV) es un factor de riesgo principal para el desarrollo de enfermedades de la piel, incluyendo varios tipos de cáncer de piel. Algunas de estas enfermedades son:

Cáncer de piel

El cáncer de piel se debe a múltiples factores pero el que tiene una asociación más fuerte con la aparición del mismo es la exposición solar intermitente o crónica. Tanto la radiación ultravioleta A como la B son las responsables de esta enfermedad. Una lesión en la piel que no cicatriza, o un cambio en un lunar existente, pueden ser signos de cáncer de piel.

Existen tres tipos principales de cáncer de piel:

  • Carcinoma Basocelular (CBC): es el tipo de cáncer de piel más frecuente y el cáncer más frecuente del ser humano. Suele aparecer en la cara, las orejas y el cuello. Es más frecuente en personas de piel clara y ojos claros que no se broncean con facilidad. Se desarrolla en las células basales, que se encuentran en la capa más profunda de la epidermis. Tiene un crecimiento lento y no suele diseminarse al resto del cuerpo pero sí tienen tendencia a la invasión y destrucción de los tejidos cercanos l
  • Carcinoma Espinocelular o Escamoso (CEC): Se origina en las queratinocitos de la epidermis y se localiza principalmente en la cara, el borde de las orejas, el cuero cabelludo y los labios. Pueden aparecer sobre piel sana pero también en la piel dañada previamente o sobre lesiones previas como las queratosis actínicas. Se asocia con la exposición solar crónica y aparece en personas de edad más avanzada. Entre el 0,5 al 25% de los casos pueden metastatizar a los ganglios locoregionales.  
  • Melanoma: El melanoma se origina a partir de los melanocitos, las células que producen el pigmento de la piel. El 70-80% de los casos son lesiones de nueva aparición similares a un nevus o lunar pero que suelen ser más oscuros y de rápido crecimiento. En un 20-30% de los casos son lunares que malignizan. Aunque menos frecuente que los otros tipos de cáncer de piel, el melanoma es más grave debido a su mayor probabilidad de diseminarse a otras partes del cuerpo si no se diagnostica y trata a tiempo. Es fundamental por ello un diagnóstico y tratamiento precoz.
revisión dermatológica de melanomas

Protección y revisión dermatológica, claves para una piel sana

Por estos motivos, la prevención y protección contra el daño solar son aspectos fundamentales para mantener la salud de nuestra piel.

Además de adoptar medidas preventivas diarias, como el uso de protector solar y ropa adecuada, es fundamental la revisión periódica por un dermatólogo experto.

Es recomendable que cada paciente revise e inspecciona su piel al menos una vez al mes para detectar cambios en los lunares existentes y la aparición de lesiones sopsechosas

Una evaluación profesional no solo puede ayudar a detectar signos tempranos de problemas cutáneos, sino también a ofrecer tratamientos y consejos de cuidado y protección personalizados para mantener una piel saludable.

En Dermaniac somos expertos en cáncer de piel y fotoenvejecimiento, contando con servicios de diagnóstico y evaluación de la piel y lunares, como la dermatoscopia digital, así como con tratamientos dermatológicos especializados.

Pide cita ahora nuestra clínica dermatológica en Madrid, donde nuestro equipo de expertos está listo para proporcionarte una atención integral y especializada, asegurando que tu piel reciba el cuidado que merece.

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Cáncer de piel
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Dra. Elena Vargas, médico colegiada especialista en dermatología quirúrgica, estética y venereología
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