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Dermatología Clínica

Queratosis actínica: qué es y por qué puede ser peligrosa

Dra. Elena Vargas, médico colegiada especialista en dermatología quirúrgica, estética y venereología
Dra. Elena Vargas
14/4/2025
mancgas solaeres por queratosis actinica

La queratosis es un término médico que hace referencia a cualquier afección de la piel caracterizada por el engrosamiento anormal de la capa más superficial de la epidermis debido a un exceso de producción de queratina, una proteína que protege la piel.

En anteriores artículos hemos hablado de otro tipos de queratosis, como la queratosis seborreica y la queratosis pilaris,  dos afecciones cutáneas comunes pero completamente distintas entre sí. 

La queratosis actínica, sin embargo, es un problema diferente, ya que se trata de una lesión precancerosa de la piel que puede evolucionar a un carcinoma de células escamosas si no se trata a tiempo.

¿Qué es la Queratosis Actínica?

La queratosis actínica, también conocida como queratosis solar, es una lesión cutánea precancerosa causada por la exposición prolongada y acumulativa a la radiación ultravioleta (UV), principalmente del sol.

Se considera una condición de daño solar crónico, lo que significa que suele aparecer en zonas expuestas al sol como la cara, el cuero cabelludo en personas con calvicie, las orejas, el dorso de las manos y los antebrazos.

Estas lesiones pueden ser el primer signo de un carcinoma de células escamosas, un tipo de cáncer de piel que se desarrolla a partir de la queratosis actínica no tratada.

Por ello, es fundamental su detección temprana y tratamiento para evitar complicaciones.

¿Cómo se ve la Queratosis Actínica? Síntomas

La queratosis actínica puede pasar desapercibida en sus primeras fases, ya que suele comenzar como una pequeña mancha áspera apenas perceptible al tacto. Con el tiempo, la lesión se hace más evidente y puede presentar los siguientes síntomas:

  • Textura áspera o escamosa: Similar a una lija o costra.
  • Color variable: Puede ser rojiza, marrón, amarillenta o del mismo tono de la piel.
  • Tamaño variable: Desde unos milímetros hasta más de 1 cm de diámetro.
  • Ubicación en zonas expuestas al sol: Cara, cuero cabelludo (en calvos), orejas, manos, antebrazos, escote y labios (queratosis actínica labial).
  • Sensación de ardor o picor: Algunas lesiones pueden causar molestias leves o dolor.
  • Lesión persistente: No desaparece con el tiempo y puede crecer o cambiar de apariencia.

¡¡IMPORTANTE!!

Si una lesión cutánea presenta sangrado, ulceración, rápido crecimiento o cambio de color, podría indicar que está evolucionando a un carcinoma de células escamosas. En este caso, es imprescindible acudir al dermatólogo para una evaluación.

mancha solar en la mano por queratosis actínica

Causas y factores de riesgo de la Queratosis Actínica

Como ya hemos comentado, la principal causa de la queratosis actínica es la exposición prolongada y acumulativa a la radiación ultravioleta (UV).

La piel tiene una memoria solar, lo que significa que el daño se va acumulando a lo largo de los años, aumentando el riesgo de desarrollar estas lesiones.

Además, existen algunos factores de riesgo que pueden contribuir a su aparición:

  • Edad avanzada: Es más frecuente en personas mayores de 50 años debido al daño solar acumulado.
  • Piel clara y fototipos bajos: Las personas con piel clara, ojos azules o verdes y cabello rubio o pelirrojo tienen menos melanina y, por lo tanto, son más vulnerables al daño solar.
  • Historial de quemaduras solares: Haber sufrido quemaduras frecuentes en la infancia o juventud aumenta el riesgo.
  • Sistema inmunológico debilitado: Pacientes inmunosuprimidos, como los trasplantados o aquellos en tratamiento con ciertos medicamentos, tienen mayor predisposición a desarrollar queratosis actínica.
  • Profesiones o actividades al aire libre: Trabajadores agrícolas, marineros, deportistas y cualquier persona expuesta al sol durante largos períodos corre un mayor riesgo.

Cómo se diagnóstica la Queratosis Actínica

El diagnóstico de la queratosis actínica es clínico y suele realizarse en la consulta dermatológica mediante la evaluación visual y táctil de la piel.

Dado que estas lesiones pueden confundirse con otras afecciones cutáneas, es fundamental que un dermatólogo determine si se trata de una queratosis actínica o de otro tipo de lesión.

El dermatólogo puede analizar la lesión a simple vista y mediante el tacto, ya que la queratosis actínica suele tener una superficie áspera o escamosa.

Además, solemos emplear un dermatoscopio para observar la lesión en detalle y evaluar patrones característicos que ayuden a confirmar el diagnóstico.

En casos donde haya sospecha de progresión a carcinoma de células escamosas o cuando la lesión presenta características atípicas, se puede realizar una biopsia para su análisis en laboratorio.

Tratamientos para la queratosis actínica

El tratamiento de la queratosis actínica tiene como objetivo eliminar las lesiones y prevenir su posible evolución a carcinoma de células escamosas. La elección del tratamiento dependerá del número de lesiones, su ubicación y las características del paciente.

Algunos de los tratamientos más comunes son:

  • Crioterapia: Es el tratamiento más común. Consiste en la aplicación de nitrógeno líquido sobre la lesión para destruir las células dañadas. En unos días, la lesión se descama y desaparece.
  • Terapia fotodinámica: Se aplica un agente fotosensibilizante sobre la piel y posteriormente se expone a una luz especial que destruye las células afectadas. Es útil para tratar múltiples lesiones en una misma área.
  • Láser de CO2: Elimina las lesiones mediante vaporización controlada, siendo una opción eficaz para queratosis actínicas más extensas.
  • Electrocoagulación y curetaje: Se raspa la lesión con una cureta y se cauteriza la zona para evitar el sangrado. Se usa en lesiones gruesas o queratosis actínicas hipertróficas.
  • Tratamientos tópicos: Se emplean cremas o geles con principios activos como 5-fluorouracilo, Imiquimod o diclofenaco en gel,  que actúan eliminando las células anormales o estimulando la respuesta inmunitaria para combatir la lesión. Son especialmente útiles en pacientes con queratosis actínicas múltiples o en áreas extensas.

¿Cómo prevenir la queratosis actínica?

Es evidente que si la principal causa que provoca esta lesión es el daño solar, la mejor forma de prevenirla es reducir y protegerse de la exposición solar. Para ello, es importante seguir estas recomendaciones:

  • Usar protector solar diariamente: Aplicar un fotoprotector con SPF 50+ en las zonas expuestas al sol, incluso en invierno o en días nublados. Reaplicar cada dos horas si hay exposición prolongada.
  • Protegerse con ropa y accesorios: Utilizar ropa de manga larga, sombreros de ala ancha y gafas de sol con filtro UV para minimizar la exposición directa.
  • Evitar la exposición solar en horas de máxima radiación: Entre las 12:00 y las 16:00 horas, la radiación UV es más intensa y dañina. Siempre que sea posible, buscar sombra y limitar la exposición.
  • Realizar revisiones dermatológicas periódicas: Especialmente en personas con piel clara, antecedentes de queratosis actínica o exposición solar prolongada. La detección temprana es clave para evitar complicaciones.

¿Cuándo acudir a un dermatólogo?

La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para evitar complicaciones y mantener la salud de la piel.

Si notas alguna lesión áspera, escamosa o persistente en tu piel, especialmente en zonas expuestas al sol, acude a un dermatólogo para una evaluación profesional. En nuestra clínica dermatológica, somos especialistas en el diagnóstico y tratamiento de lesiones cutáneas.

Pide tu cita y cuida tu piel a tiempo.

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