Las verrugas en la cara son una consulta frecuente en dermatología. Suelen generar inquietud, no solo por motivos estéticos, sino también por el desconocimiento que las rodea: ¿son contagiosas?, ¿pueden convertirse en algo grave?, ¿cómo se eliminan sin dañar la piel?
Como dermatóloga, veo a menudo cómo estas pequeñas lesiones pueden afectar la autoestima de quienes las padecen. Por eso, en este artículo quiero explicarte de forma clara qué son exactamente las verrugas faciales, por qué aparecen y qué opciones seguras y eficaces existen para tratarlas.
Las verrugas faciales son lesiones benignas de la piel causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Su aspecto puede variar: algunas son pequeñas y rugosas, otras más planas o con una ligera protuberancia, de color carne, marrón o ligeramente grisáceo.
Suelen aparecer en zonas como la frente, el contorno de los ojos, la barbilla o alrededor de la boca.
Aunque son lesiones inofensivas en la mayoría de los casos, no deben confundirse con otras alteraciones cutáneas como lunares, queratosis seborreicas o fibromas blandos.
De hecho, no es raro que pacientes lleguen a consulta pensando que tienen una verruga, y resulte ser otro tipo de lesión que requiere un abordaje distinto.
Por eso, el diagnóstico dermatológico es clave. No todas las lesiones que parecen verrugas lo son, y tratarlas sin un diagnóstico claro puede conllevar riesgos para la salud de tu piel.
Las verrugas aparecen como consecuencia de una infección por el virus del papiloma humano (VPH), que penetra en la piel a través de pequeñas fisuras, cortes o zonas de fricción.
La transmisión suele producirse por contacto directo con una persona que tenga verrugas, o bien a través de objetos contaminados como toallas, cuchillas o utensilios de cuidado personal.
Además, hay ciertos factores que pueden favorecer su aparición:
En la mayoría de los casos, las verrugas faciales no son peligrosas. Sin embargo, esto no significa que debamos restarles importancia.
Como os he comentado antes, lo más importante es obtener un diagnóstico preciso para asegurarnos de que realmente se trata de una verruga y no de otro tipo de lesión cutánea.
Ya que, algunas lesiones, como ciertos tipos de queratosis, lunares verrugosos o incluso tumores cutáneos (benignos e incluso malignos), pueden confundirse a simple vista con una verruga. Muchas veces nos llevamos sorpresas. De ahí la importancia de una valoración dermatológica.
Cada tipo requiere una valoración individual y, en algunos casos, técnicas específicas para su eliminación.
Eliminar una verruga de la cara no es tan simple como aplicar un producto de farmacia o un remedio casero. De hecho, muchos tratamientos no médicos pueden irritar, inflamar o incluso dejar cicatrices en una zona tan delicada como la cara.
Como dermatóloga, siempre recomiendo abordar estas lesiones con métodos seguros, eficaces y adaptados a cada tipo de verruga y tipo de piel
Es una de las técnicas más utilizadas. Consiste en aplicar nitrógeno líquido a muy baja temperatura para congelar la verruga. En el rostro se emplea con mucho cuidado, ya que puede causar hipopigmentación si no se realiza correctamente.
El láser permite eliminar verrugas con gran precisión, reduciendo al mínimo el daño a la piel circundante. Es especialmente útil en verrugas resistentes o en zonas sensibles. Además, suele tener un buen resultado estético.
Ofrece ventajas significativas como una recuperación rápida y un riesgo mínimo de cicatrices.
No obstante, es importante tener en cuenta posibles efectos secundarios, como sensibilidad temporal en la piel tratada, y seguir las recomendaciones del especialista para un cuidado adecuado.
En algunos casos se opta por eliminar la verruga con bisturí bajo anestesia local. Este método se reserva para lesiones específicas que requieren una biopsia o cuando otros tratamientos no han funcionado.
Aunque es un método altamente eficaz, conlleva un mayor riesgo de cicatrización.
Tras la eliminación de verrugas faciales, la protección solar se vuelve crucial para prevenir hiperpigmentación y quemaduras. Se recomienda encarecidamente el uso de protector solar de alto factor o protección con gorra/gorros.
Asimismo, es vital seguir meticulosamente las indicaciones médicas, aplicar los medicamentos tópicos prescritos, mantener la zona limpia y evitar tocar o rascar la piel tratada, garantizando así una recuperación óptima y minimizando el riesgo de complicaciones.
Aunque las verrugas faciales suelen ser benignas, no todas las lesiones en la piel lo son, y tampoco todas responden bien a tratamientos caseros o de venta libre. Por eso, siempre recomiendo acudir al dermatólogo en los siguientes casos:
Con un diagnóstico adecuado y un tratamiento dermatológico personalizado, es posible eliminarlas de forma segura y sin dejar marcas.
En nuestra clínica dermatológica estamos especializados en el tratamiento de verrugas faciales. Si tienes dudas sobre una lesión en tu piel o quieres eliminarla de forma eficaz, pide tu cita y te ayudaremos a recuperar la salud y el aspecto de tu piel con total seguridad.